El misterio

Nigel estuvo muy extraño la noche de antes de ayer, luego de quemar el cadaver del pequeño, tal y vomo se debe, desapareció misteriosamente sin siquiera mencionar si iba a salir o si estaría en su habitación. Puede que parezca paranóica, pero hay ocasiones en que ese hombre me da miedo, aunque a decir verdad creo que soy yo a quien le teme.
Al día siguiente, durante mi lamuerzo, de postre llevó una cosa que no pude evitar que me recordara a los Shoggoths, esos pesadillescos seres gelatinosos, de grandes proporcionesy con milllares de diminutos ojos. No pude comer eso, pense en la idea de que Nigel preparó eso sólo para atormentarme, estoy segura de que tiene algo en cotra mía. Así que cuando estaba retirando los platos decidí abordarlo y preguntarle de una vez por todas, qué ocurría con él.
Con un gesto en el rostro, que aprecía ser una mezcla de sorpresa y resignación, dijo que ya era hora de que supiese cuál era su verdadero vínculo con la familia Hargreaves. Yo, bastante intrigada con su reacción, no hice más que guardar silencio mientras oía su explicación. Habló por horas y horas. Dijo que formaba parte de una sociedad que antiguamente era presidida por mi abuelo pero que ahora yo, si llegaba al nivel necesario, estaría acargo. Y que él era en realidad mi protector, a lo largo de todos estos años que ha trabajado con mi abuelo se había dedicado a conocerme a fondo de modo que supiese mi forma de pensar y adelantarse a mis movimientos, y así evitar que hiciese cosas que no estaban aún a mi alcanze. Mientras hablaba de ello recordé una ocasión hace ya unos seis años, en que, revisando las anotaciones de mi abuelo, hallé cómo invocar a Shub-Niggurath, la Señora de los Bosques con su millar de retoños, pero fue justo en el momento en que había hallado el conjuro excato, cuando Nigel llamó diciendo que mi abuelo deseaba verme. En ese momento, recuerdo, que me extrañó que Nigel supiese donde me encontraba, ya que supuestamente nadie sabía que yo conocía esa habitación. Ahora comprendía mucahs ciosas, herhcos de mi infancia yb demases. Sin embargo... cuando le pregunté a Nigel los detalles de la sociedad de mi abuelo, en su rostro apareció una extraña sombra y dijo con poz de ultratumba que aún no era el momento indicado para ello. pero que pronto lo sería y que ahí lo comprendería todo.
Desde el momento en que Nigel me reveló el motivo de su extraño comportamiento me heb pasado todos los días vagando a lo largo y ancho de Arkham y la cuidad ya se me está haciendo pequeña, he visitado incontables veces Dunwich y Kingsport pero ni siquiera con eso me basta, entonces recordé Innsmouth, aquel casi fantasma pueblecito pesquero al que todos los habitantes de Arkham le temen debido a incontables leyendas de hombres-peces y pactos con seres de horrible y batrácea apariencia. Supuse que sería interesante visitar aquel lugar así que durante una cena le mencioné a Nigel la posibilidad de visitar Innsmouth, éste dió un salto en su asiento que era imposible, que si yo lo deseaba podríamos visitar New York y buscar nuevas víctimas. Debo admitir que la idea me atrajo bastante, sin embargo nunca me ha gustado esa cuidad, pero repentinamente me dije ¿Y por qué no Londres? sería una buena oportunidad de investigar mi pasado y el pasado de mis ancestros e inlusive ver si era capaz de hallar el origen de mi abuelo. Entonces recordé una expresión "Shoggoths en el techo"... esa expresión siempre la había utilizado mi abuelo para decir cuando alguien tenía demasiados secretos y a mi parecer, mi familia siempre había tenido demasiados Shoggoths en el techo y nuca los había dejado salir, así que esta visita a Londres sería una buena oportunidad para ello.
Le informé a Nigel mi descición y que hiciera los preparativos necesarios para el viaje.
Es cierto que Londres ya no es lo mismo que en los tiempos de mi abuelo, pero eso lo hace más fácil para que yo lleve a cabo mis experimentos, acá debo viajar a Boston cada cierto tiempo para buscar víctimas las cuales son cada vez más difíciles de hallar.